Description

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El objetivo de este texto es facilitar el an lisis de los estilos arquitect nicos a trav's de una taxonom a; en la cual se ordenan y clasifican por corrientes y movimientos desde el siglo I al XX. Primero, porque no existe tal propuesta y, segundo porque al tener una gu a simple y cronol gica, el estudio de la historia y teor a de la arquitectura se vuelve inteligible. De ese modo se evitan confusiones entre las semejanzas de formas, t cnicas, materiales e ideolog as de las m ltiples obras arquitect nicas. Qu determina que una obra pertenezca a un estilo y no a otro?, qu los diferencia si se usan las mismas t cnicas, materiales o sistemas constructivos?, por qu el concepto arquitect nico no siempre es claro? Tales preguntas son muy comunes entre los estudiantes de arquitectura (incluso entre arquitectos), que al no tener un referente te rico hist rico se les dificulta la compresi n de ideolog as y conceptos con los que se crea una obra en un estilo espec fico. La mayor a termina juzgando dichas obras desde enfoques incorrectos, o dise ando proyectos con un planteamiento d bil en su composici n art stica. Es muy f cil perderse en el mundo te rico si no se conocen con claridad los principios de dise o que caracterizan a un estilo en particular de otro. Por ejemplo, el g tico y neog tico, dos estilos que nacieron en pocas diferentes y con ideolog as muy distintas, la primera nace del clasicismo y la segunda del historicismo. Por otra parte, los t rminos usados para diferenciar un movimiento o una corriente no siempre son claros, ya que muchos autores los utilizan de forma indiscriminada; por ejemplo, el modernismo y el postmodernismo a veces son referidos como movimientos, en otras ocasiones como corrientes, incluso tambi n como estilos y he ah la confusi n principal para el estudiante. En todas las expresiones art sticas existen corrientes, movimientos y estilos; la arquitectura no es la excepci n. No obstante, al tratarse de manifestaciones creativas, stas llevan consigo un fuerte contenido ideol gico extra do y abstra do por el esp ritu de su poca. Tal proceso tambi n arrastra ciertas corrientes de pensamiento provenientes de la ciencia, la tecnolog a, la econom a, la filosof a, y la sociolog a, entre otras; y enmarcan un contexto hist rico espec fico. Como caso particular, la arquitectura ha asimilado ideolog as provenientes de la filosof a, del arte, la religi n, la ciencia y tecnolog a; por mencionar las m's socorridas. Y con ellas, ha construido su propio marco te rico. La mayor a de las veces reestructura y/o reinterpreta las ideas correspondientes a las disciplinas antes mencionadas, para luego adaptarlas o expresarlas a un lenguaje arquitect nico. A menudo adopta el mismo nombre de aqu lla que la inspira, tal es el caso del racionalismo filos fico, del cual recoge su t tulo: el racionalismo arquitect nico. En el estudio de la teor a arquitect nica, es necesario que se delimite las nociones de corriente, movimiento, doctrina, estilo y tendencia, para despu's comprender su condici n sine qua non. Es decir, del v nculo que las unifica y sin el cual, no existir a la teor a.